La relación tutor/alumno
Actualizado: 21 may 2023
La relación alumno-tutor en un TFG debe ser fundamental para el éxito del proyecto. El tutor tiene un papel importante y debe proporcionar al alumno orientación, apoyo y supervisión al estudiante durante todo el proceso de elaboración del trabajo.
Ideal
El alumno
Su comportamiento
Debe mostrar un alto nivel de compromiso y responsabilidad hacia su trabajo:
Cumplir con los plazos establecidos y pactados con su tutor, después de una organización y planificaciones adecuadas y mediante un cronograma de actuaciones y con divisiones del proyecto en etapas manejables.
Realizar un seguimiento regular del progreso del proyecto y de las retroalimentaciones que el tutor le ha proporcionado
Demostrar autonomía y capacidad para tomar decisiones, adecuándolas a las recomendaciones del tutor.
Debe ser capaz de buscar y utilizar fuentes de información relevantes y actualizadas para respaldar su investigación, además de las que pueda proporcionarle el tutor.
Debe mantener una comunicación efectiva con su tutor y otros miembros del equipo si corresponde, expresando claramente sus ideas, haciendo preguntas cuando sea necesario y ante cualquier duda, y solicitar retroalimentación y orientación de manera oportuna. Por ello, debe mantener una actitud abierta al aprendizaje y estar dispuesto a recibir críticas constructivas, estando por tanto dispuesto a revisar y mejorar el trabajo de acuerdo a las sugerencias recibidas.
Mantener un alto concepto de la ética académica, evitando el plagio y citando adecuadamente las fuentes utilizadas.
El tutor
Sus funciones deben:
Orientar y asesorar, desde la selección del tema del TFG, ayudando al alumno a definir los objetivos y la metodología a emplear y ofreciendo orientación en la búsqueda y revisión de la literatura relevante.
Brindar consejos sobre como deber ser la estructura del trabajo y la presentación de los resultados obtenidos.
Realizar un seguimiento periódico del progreso del estudiante en el trabajo, revisando los avances y proporcionando una retroalimentación constructiva sobre el contenido, la metodología y la redacción del TFG. Este punto, la retroalimentación por parte del tutor es básica para mejorar la calidad del trabajo y corregir errores o deficiencias.
Debe poder ofrecer apoyo emocional al estudiante, motivándolo, especialmente en aquellos momentos de dificultad o falta de confianza, en los que el estudiante debe enfrentarse a desafíos durante la investigación y redacción del TFG, a los que no está habituado. El tutor debe brindar aliento y apoyo para superar esos obstáculos.
Es fundamental que el tutor esté disponible para el estudiante, respondiendo a sus preguntas y consultas. Una comunicación fluida entre el alumno y el tutor es la base para la resolución de posibles dudas.
Por tanto, la relación alumno-tutor debe estar una colaboración basada en el apoyo y la comunicación efectiva, con respeto mutuo, comprometiéndose las dos partes en trabajar de manera constructiva, valorando siempre las opiniones y contribuciones del otro.
Errores
En la práctica se cometen muchos errores, tanto por parte del alumno como por parte del tutor
Veamos algunos ejemplos de errores del alumno en su relación con el tutor en un TFG:
No establece una comunicación regular con el tutor, no busca orientación o no informa sobre el progreso del proyecto y por tanto, no recibe retroalimentación ni orientación de la dirección adecuadas. El alumno debe tener muy presente que és él el que tiene mayor interés en el éxito del proyecto.
No planifica adecuadamente su trabajo, sin cumplir con los plazos acordados, ni proporciona actualizaciones regulares sobre su progreso. Esta falta de compromiso, puede generar que el tutor muestre desinterés y frustración y obviamente dificulta su supervisión efectiva del proyecto.
El alumno no tiene en cuenta o no presta atención a las sugerencias o comentarios del tutor y no realiza los cambios necesarios en el trabajo. No aprovecha las oportunidades de aprendizaje y mejora que le puede proporcionar el tutor.
El alumno tiende a depender demasiado del tutor, tanto para la toma de decisiones como para la resolución de problemas. No toma la iniciativa ni asume la responsabilidad de su trabajo. Puede llegar a agotar los recursos y la paciencia del tutor.
Muestra una actitud de desafío, de falta de respeto o una postura defensiva hacia el tutor, no existiendo una comunicación efectiva y una colaboración productiva.
Pero también el tutor puede cometer errores
El tutor no está disponible para reuniones o consultas regulares con el alumno. No responde a los correos electrónicos o comunicaciones por WhattAps y por ello no proporciona retroalimentación oportuna. Esto deja al alumno sin el apoyo necesario y puede generar frustración y desidia en el alumno.
El tutor no proporciona una orientación clara sobre los objetivos, la estructura o la metodología del TFG. No brinda instrucciones detalladas o si lo hace, son variables continuamente. El alumno se encuentra perdido y con dificultades para avanzar en el proyecto.
Ofrece retroalimentación confusa, superficial o insuficiente sobre el trabajo. No hay comentarios constructivos ni señala aquellos aspectos que requieren una mejora.
El tutor adopta una actitud negativa, de crítica constante hacia el trabajo del alumno. No reconoce los esfuerzos que este hace y por tanto, no da el apoyo emocional necesario para la motivación del alumno. Una crítica excesiva y constante, afectando negativamente la confianza del alumno y de su rendimiento.
El tutor no está familiarizado con el tema específico del TFG o no actualizado sobre el mismo. Esto puede considerarse normal y lógico, ningún profesor puede conocer en profundidad y actualización todas las temáticas posibles de su área. Pero estas deficiencias debían sido tenidas en cuenta cuando el profesor aceptó encargarse de la tutoría, ya que no puede proporcionar información o recursos adecuados al alumno, lo que limita su capacidad para llevar a cabo una investigación sólida, y lo que puede llegar a ser más grave, dirigir el trabajo por un camino equivocado.
Al igual que como indicado anteriormente, el alumno puede tener un comportamiento no adecuado en esta relación, también el tutor puede caer en la falta de respeto al utilizar ya sea un tono condescendiente o de superioridad y con comentarios inapropiados. El ambiente se enrarece y es negativo, afectando la relación de trabajo.
Este análisis detallado sobre la relación alumno-tutor en un TFG proporciona una visión completa de las dinámicas y responsabilidades involucradas. Es esencial reconocer que, a veces, la complejidad de esta interacción puede presentar desafíos. Ante estos retos, contar con el respaldo de un servicio especializado como Examenes-TFG.com se revela como una solución efectiva y eficiente. Su experiencia y enfoque profesional ofrecen una alternativa valiosa para garantizar el éxito del proyecto. ¡Contratar sus servicios es una decisión que ofrece innumerables ventajas y facilita el proceso académico de manera significativa!